Nos mueve la búsqueda del cambio, y esto se refleja claramente en las tendencias de la próxima temporada. Las historias que hay detrás de los productos, emocionales y sumamente personales, quedarán más expuestas que nunca, este 2016. En el punto de mira: tres mundos estilísticos que combinan aspectos muy diversos y, en ocasiones, incluso opuestos en una estética que convence. Para describir estos mundos, lo mejor es recurrir a lo sensitivo y moderno, expresivo e innovador, clásico e informal. La próxima temporada, las tres tendencias serán Emotional Path, Expressive Way y Classic Road.
Emotional Path: la unión de la emoción y la tecnología
Un estilo delicado y frágil que, combinado con un lenguaje de diseño tecnológico y experimental, da lugar a una estética moderna y de líneas claras, con unos toques juguetones que aportan distensión al conjunto. La combinación de sensibilidad e innovación en el diseño potencia su efecto y la mezcla de materiales suaves y metales se traduce en una discreta elegancia. Además, Emotional Path apuesta por la sencillez y reduce los productos para quedarse solo con lo esencial.
Los materiales, cuidadosamente elegidos, tienden puentes entre aspectos que a primera vista parecerían antagónicos. El cromo y el aluminio son los protagonistas y se combinan con láminas de plástico, celofán u organza. El aspecto calado, los efectos de puntillas, los pliegues y los plisados aportan vida al conjunto.
Los estampados y los motivos se inspiran en la naturaleza: la madera, la piedra y el mármol sirven de modelo para las rayas irregulares y las expresivas vetas. Por ejemplo, en los portalápices las líneas claras ocupan el primer plano, mientras que las anillas de goma con formas geométricas atraen las miradas. Se imponen los tonos claros, como el color carne, el blanco piedra, el gris perla y la menta pastel, a los que se suman el gris oscuro, el níquel y el negro intenso, que crean un discreto sombreado y, al mismo tiempo, aportan contraste.
Expressive Way: un estilo espontáneo y sumamente creativo
Esta tendencia tiene su origen en la pintura. Sus diseños sorprenden por la fuerza de su colorido y la perfección de sus materiales y su elaboración. Las propuestas de diseño, estudiadas, se aplican de forma impulsiva, lo que añade una nota de espontaneidad al conjunto. Los límites entre el arte y el diseño desaparecen y, como consecuencia, surgen productos como la funda de cuero para el MacBook, en la que la suavidad y la delicadeza del cuero contrastan con la sencillez y la frialdad del diseño de la tableta. O como la torre de clips, con exterior de corcho y un imán frío en su corazón. El mobiliario de oficina, fabricado en madera y cobre, se transforma en creaciones vivas, y los accesorios de piel y los monederos se convierten en objetos artísticos.
Los materiales como el cuero y la madera, con acabados exquisitos, son el lienzo sobre el que se plasma este estilo. A ellos se unen las superficies orgánicas e irregulares o aplicaciones y bordados inusuales, así como flores y motivos vegetales, que aportan un toque muy personal y hacen de lo cotidiano algo especial.
Los tonos vibrantes, como el amarillo mostaza, el naranja, el rosa y el berenjena, dispuestos sobre fondos que van desde el beis hasta el verde turmalina y el azul petróleo, matizan esta tendencia expresiva y nada convencional.
Classic Road: líneas claras para la nostalgia y el espíritu contemporáneo
En Classic Road se puede reconocer la estética de ese clásico club inglés de caballeros, de aspecto sobrio, pero lleno de dinamismo. Su lenguaje minimalista, con una deliberada ausencia de formalismos, se convierte en sinónimo de juventud y gusto contemporáneo. El sencillo archivador se transforma, gracias a su estampado de raya diplomática, en un verdadero objeto de diseño en el armario de la oficina. En consonancia con él, los artículos de escritura presentan pliegues verticales y relieves. Como materiales, se emplean un suave terciopelo y un selecto cuero, en contraste con la piedra, el mármol, el plexiglás y el brillo del metal. En los productos prima la funcionalidad, acompañada de abundantes elementos nostálgicos que hacen de los artículos de uso cotidiano objetos de diseño muy personales.
Desde el punto de vista cromático, la sobriedad del estilo se refuerza a través del gris franela oscuro, el crema y el negro. La plata mate y el gris grafito añaden un toque de modernidad, mientras que el albaricoque discreto y el rojo intenso aportan un llamativo colorido a Classic Road.